DIECISIETE - Sobrinos

Y amanecí en casa de H. con una resaca moderada para todo lo que andube bebiendo la noche anterior: una casa verdaderamente descomunal llena de cuadros, recuerdos de todo el mundo y muebles de diseño de los años 70. H. siguió durmiendo mientras yo curioseaba por las 3000 habitaciones. Salimos al Starbuck´s a tomar un café y regresamos a la casa.
Poco después empezó a llegar gente: la hermana del DF con su bebé y la niñera, la madre de H. a la cual adoro (es una artista), y la otra hermana con sus tres niños....
Poco después salimos al hospital a ver al padre de H. que le están haciendo unas pruebas y de ahí fuimos a comer a un ¿Japonés?-Mexicano donde no tuvimos muy buena fortuna en la elección del Maki. Por la tarde me sacó a que viera el centro de SAN LUIS, que me encantó, y terminamos en una tienda de chocolates que aquí son muy conocidos: ¡Carranzo?. Al ser domingo, el centro estaba muy animado. Las calles del centro son peatonales y estaban plagadas de puestos, payasos y música.
Regresamos a su casa y andube haciéndo fotos a sus sobrinos, que no puedo subir ahora por problemas técnicos...
Quedamos a cenar con "El abuelo", que me explico en que consistía su trabajo de Excelencia Operativa (!!!!!) y otro amigo (todos con sus hijos), aunque no duramos mucho y finalmente regresamos temprano a casa porque estábamos destrozados.
Cena con H. en la cocina de su casa rememorando viejos tiempos en Viena, hablando del idioma de aquí, de los curiosos giros, para ejemplo, la letra de los chilangos (forma despectiva de llamar a los del DF) de Café Tacuba:

"Ya chole chango chilango
Que chafa chamba te chutas
No checa andas de tacuche
Y chale con la charola"

Y rumbo a la cama donde prendí el TV y vi hasta que me dormí un documental sobre el aterrador terremoto de 1985 que mató a miles en el DF.