SESENTA Y UNO - Martes

Hey...

Hoy no hay mucho que contar... Papá madrugó como nunca, a eso de las 4 de la mañana ya estaba tomando el primer café (el lo negará), y nos despertó. Necesito un día de descanso... y ahora tengo que ponerme a estudiar para mañana.

Fuimos a desayunar con L. C. y A, aquí al lado, al Matisse, donde cenamos el otro día. Luego el recorrido ha sido el siguiente: banco azteca, office depot, migraciones (para descubrir que aún tengo que volver a entregar más papeles para el FM3, carajo, odio estos putos trámites), Huisquilucan, Banco Santander, comida en el italiano de turno y por la tarde otra vez al banco, papá al notario, centro comercial, etc y oficina de L para terminar.

Me compré una americana muy chula y unos pantalones.

Vuelta a casa y un par de compras por el barrio.

Ayer D., de la oficina de papá, le escribió un mail. Al final decía que siguen nuestras aventuras por el blog, me hizo gracia, porque más allá de las ciudades que visitan el blog, no sé los visitantes (unos 20 al día).

También me visita la secretaria de D., gente de mi antigua empresa, familia, mamá a diario, ¿no? y amigos. La única que deja comentarios es Wikita... Vengaaaaaaaa, mandadme un saludo para que sepa que andáis por ahí.

Ah, joder, se me ha vuelto a estropear el GPS, estoy perdido en esta ciudad mastodonte. Tendré que reservar un rato para ir al RadioShack.