jueves, 23 de octubre de 2008

CINCUENTA Y CINCO - Sin parar III

Ayer fue un día delirante. Por la mañana quedamos a desayunar con unos posibles clientes por Huisquilucan. Luego regresé a casa y luego al curso (el primer día). Comí allí. Salí tarde, como a eso de las 8, y estaban esperándome A., papá y D. De ahí fuimos a dar una vuelta en coche por el centro y terminamos cenando en el restaurante Matisse que está en Amsterdam.

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