Dioooos, que madrugón me he dado.... y todo para pasar una hora de estrés antes de recoger el paquete que me esperaba en el aeropuerto. Para empezar, y pese a haber dejado el coche en la última plaza del garaje, la vecina me ha tapado la salida con su coche en la calle... La he tenido que tocar el timbre a las 6 de la mañana para que lo moviera (lo siento, A.)... Luego he conectado el GPS para llegar al aeropuerto y........ no rulaba, vamos, rulaba pero se quedaba atrancado si le ponía buscar cualquier dirección.... las luces del coche van fatal, apenas brillaban y estaba bastante oscuro... preguntando a taxista he conseguido ir en la dirección, pero me he equivocado dos o 3 veces... suena el teléfono, aaaaaaargh, ya está fuera, en la calle... y yo quién sabe ande...
He llegado al poco, no me ha esperado ni 5 min, pero lo suyo era haber estado antes.
Luego hemos venido a casa y hemos preparado un copioso desayuno, ayer compré una cafetera italiana (esto para que lo sepa mi padre).
Y de ahí.... a la puta calle... jajaja. No eran ni las 10 de la mañana cuando hemos salido y hemos regresado hacia las 2 y media.
Hemos dado un mega rulo a pata (menos a la vuelta que hemos pillado un taxi escarbajo (el más baratillo, soy un rata... no, era para que ella lo viera)). En resumidas cuentas el recorrido ha sido por la calle Sonora hasta Reforma y luego un paseo por Chapultepec, vuelta a Reforma y Reforma para abajo, Bellas Artes, Zócalo, Alameda y ya. ¿Qué son? ¿8 kilómetros?
Escribo esto mientras A. duerme como una marmorta. En un rato la tiro de las orejas y nos bajamos a tomar una cerve.
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