lunes, 2 de febrero de 2009

CIENTO VEINTISEIS

Lo de este fin de semana ha sido demasiado: viaje, pueblos y comida.

Aunque tranquilos, no hemos parado ni un segundo.

El sábado por la mañana salimos a eso de las 10 de la mañana con J. y T. hacia San Miguel Allende. El camino estupendo: un día soleado, música y no había mucho tráfico (aunque cuando aquí uno dice "no mucho", nunca es sinónimo de poco).

Comimos en un restaurante que se llama "Pueblo Viejo" en el centro de San Miguel. Todo limpio y muchas tienditas. De ahí salimos a buscar un sitio donde tomar café (el Mint). Hicimos compritas de recuerdo (que más adelante, una de estas semanas cuando tenga tiempo, documentaré).

A media tarde, decidimos ir a Querétaro, donde ya llegamos cuando había oscurecido. Más ciudad que San Miguel y menos que el D.F., obviamente. Pero hay de todo allí.

Fuimos a cenar al Náutico de Juriquilla donde pasamos un poco de fresquete.

A dormir a San Juan del Río a casa de los padres de T.

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